Papel en blanco

. domingo, 20 de abril de 2008
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En la red es común encontrar blogs temáticos, dedicados principalmente a las nuevas tecnologías (según Technorati, entre los blogs más leídos del mundo ninguno trata sobre la literatura, todos sobre ciencia y nuevas tecnologías).

En España existen varias redes de blogs (blogs temáticos: cine, televisión, moda, móviles, etc.) y una de las más importantes, Weblogs SL, tiene un blog temático dedicado a la literatura: Papel en blanco.

El espacio temático de Weblogs SL dedicado a la literatura es un modesto blog (comparado con sus hermanos mayores, como por ejemplo Xataka o Genbeta) donde casi a diario se recogen los eventos más importantes relacionados con la literatura (occidental): desde entrevistas, pasando por reseñas de libros, hasta listas de libros (como la controvertida lista de los "libros sobrevalorados").

Y según los redactores de Papel en blanco, su objetivo es:

Aspiramos a que cada día nuestros visitantes encuentren en Papel en blanco una ventana abierta a lo que se cuece en el mundo de la literatura, no sólo reseñas de libros, sino las nuevas tendencias y las sinergias entre letras y las nuevas tecnologías. Todo ello de forma colaborativa, con la participación de cada uno de vosotros, con vuestras sugerencias, críticas y comentarios. Confiamos en ser capaces de mantener un equilibrio entre las críticas a obras concretas y comentarios sobre el mundo del libro, editoriales y premios.

Viaje a la blogosfera

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Hace año y media, allá por diciembre de 2006, se publicaba en la revista Clarín un interesante artículo titulado "Viaje a la blogosfera" escrito por Diego Erlan y Andrés Hax. En cierto modo el artículo se queda un poco cojo (en esto de las nuevas tecnologías el tiempo es más fugaz que en la vida real) pero es muy ilustrativo sobre la relación entre la literatura e Internet:



“Viaje a la blogosfera
Diego Erlan; Andrés Hax


Autobiografía con o sin hechos, ideas sueltas, diario privado en público, descargas emocionales, cuaderno de apuntes yLiteratura e Internet, Diego de ficciones: esos son los blogs literarios, que el Usuario Anónimo, cual ubicuo personaje recorre, dejando comentarios aprobatorios, irónicos, duros o insultantes. Los escritores Fuguet, Roncagliolo, Link, Figueras y Yépez hablan aquí de su experiencia con este medio, movilizador y abierto, pero que no es aún un nuevo modo de hacer literatura.




“En estas impresiones sin nexo ni deseo de nexo, narro con indiferencia mi autobiografía sin hechos, mi historia sin vida. Son mis confesiones y si en ellas nada digo, es porque en ellas nada tengo que decir" .

Esta sentencia podría ser el primer post de cualquier weblog que ronda perdido en las autopistas del ciberespacio. Y sin embargo pertenece al fragmento 12 de El Libro del Desasosiego, de Fernando Pessoa, escrito bajo el espíritu de su heterónimo, Bernardo Soares. Y es que un blog tiene ese aroma de autobiografía sin hechos, ideas sueltas posteadas una detrás de otra como un diario íntimo, como la bitácora de un viaje por las turbulentas aguas de la existencia. Pero de seguro, luego de ese post vendría el comentario (casi siempre inevitable) de algún "usuario anónimo" que insultaría o, sin más, escribiría: "ezquizofrénico". Porque esas son las relaciones que se establecen en comunidades como la de los blogs.

Mientras se apagan las últimas luces de 2006 comienza a instalarse la certeza de que éste fue el año en que los weblogs (o blogs, simplemente), esos sitios autogestionados por autores, de construcción sencilla (no requieren conocimientos de programación ni diseño web), formados por anotaciones organizadas en cronología inversa, se consolidaron como medios de comunicación, tribunas de ideas y arte, papeles de confesiones salvajes y cotidianeidades tan intrascendentes como entretenidas. Con el blog (para muchos autores, un vehículo democratizador de ideas), los anónimos (y no tanto) de Internet tuvieron la posibilidad (siempre relativa) de ser escuchados (leídos, debatidos, insultados una y otra vez) por un auditorio (potencial) de millones de personas y conforman así uno de los territorios virtuales más visibles de los llamados "medios sociales" o Web 2.0. Con la agitada velocidad de estos tiempos, los fenómenos nacen en silencio y cobran masiva notoriedad en el mismo momento en que ciertos profetas vaticinan su deceso. Así, en un estudio de la consultora Gartner, el boom de los blogs tendrá su apogeo en el primer semestre de 2007 (con 100 millones de bloggers —cuando ya hay más de 200 millones de ex bloggers—) y de allí comenzará a descender, porque es muy fácil tener uno, pero laborioso mantenerlo.

En un medio donde todos pueden publicar de manera fácil, rápida y sin editores, esa es, a la vez, la buena y la mala noticia. Según José Luis Orihuela, profesor de la Universidad de Navarra, cuando son tan bajos los umbrales de entrada a un medio tan potente, "las opciones de participación se multiplican al mismo ritmo que la basura". Desde su nacimiento, Internet se constituye, a decir del escritor y académico Daniel Link, en un "fenómeno de reconversión a la escritura como no se conoce desde los tiempos de la Ilustración europea".

Los diversos usos y lógicas de los blogs (dentro de la literatura) tienen estrecha relación con el folletín, el diario íntimo (que proliferaron a finales del siglo XVIII y se difundieron en mayor medida a principios del XX) o los carnets (libreta de apuntes) y cahiers (cuadernos), que conforman una modalidad de prosa testimonial caracterizada por el registro de notas de lecturas y trabajo, el esbozo de futuras obras y la anotación de reflexiones generales. Testimonios intelectuales que acompañan el proceso creativo. Lo que Susan Sontag denominaba "el taller del alma" del escritor. Los grandes clásicos modernos del género del diario íntimo han sido escritos durante el siglo XX. Allí aparecen Franz Kafka (Tagebücher, 1910-1923), Virginia Woolf (A Writer''s Diary, 1953), Paul Valéry (Cahiers, 1957-1961) o Albert Camus (Carnets, 1962), por nombrar algunos. En ellos se relatan la intimidad de los autores pero también adquieren un valor documental porque describen sus realidades y el contexto histórico. Algo similar ocurre con los blogs.

El escritor mexicano Heriberto Yépez considera que la mayor revolución de este medio es acelerar la promoción de autores, descentralizar y restar hegemonía a la idea de literatura canónica. Para el autor, "el blog debería ser anárquico porque la anarquía es la esencia de la escritura".


Novelistas blogger

Para Daniel Link la cibercultura establece una alianza mucho más fuerte con la vieja cultura letrada que con la cultura audiovisual: "Estadísticamente, el tiempo de conexión compite con el tiempo que anteriormente se dedicaba a los consumos audiovisuales". Los blogs de escritores no abundan en imágenes, videos o hipervínculos y sus ficciones carecen (por ahora) de cierta estética blogger. Durante la Feria del Libro de Guadalajara, el escritor nicaragüense Sergio Ramírez señaló que él quisiera ir más allá de la escritura y fundir todo en un nuevo género donde entrara el cine, el video, la fotografía, la infografía, los testimonios de voz, la creación y la invención, que de por sí no tienen límites. Pero, ¿cómo se resiente la literatura con estas nuevas herramientas? Para Yépez hay una pérdida porque en Internet, la imagen y el sonido llenan los huecos del texto y ese —para él— es uno de los riesgos de la red: tiene recursos de resolución express.


¿Qué pasa cuando un novelista exitoso escribe un blog? ¿Para qué le sirve? ¿Cómo modifica sus prácticas de escritura? ¿El blog es un nuevo género literario o una plataforma legítima para crear literatura? Ñ convocó a tres novelistas latinoamericanos que administran blogs, para bocetiar respuestas a estas preguntas: el chileno Alberto Fuguet (42 años), el peruano Santiago Roncagliolo (Premio Alfaguara con Abril Rojo) y el argentino Marcelo Figueras (44 años, autor de Kamchatka y La Batalla del Calentamiento, entre otros).

Fuguet mantiene cuatro blogs eclécticos y entretenidos: Alberto Fuguet escritor/lector; Las películas de mi vida; PERDIDO, la película; y Cinepata. Sin embargo, lo primero que dice por teléfono desde su casa en Santiago de Chile es: "Yo no me siento un blogger oficial. Para mí son como cuentas corrientes. Es verdad, tengo blogs pero no tengo pasión ni pienso que he descubierto algo nuevo".

Los cuatro blogs de Fuguet se asemejan a un cuaderno de apuntes. Postea notas periodísticas que escribió para diarios, pero expandidas o con comentarios y aclaraciones que no entraron en la versión original; citas de lecturas; observaciones sueltas sobre obsesiones o intereses pasajeros. Leerlos es como entrar al cuarto de Fuguet y revolver los cajones de su escritorio, chusmear los papeles en los bolsillos de su sobretodo, y espiar los libros acumulados en su mesa de luz. En fin, el placer de un voyeur literario.

De los cuatro, Fuguet confiesa su preferencia por PERDIDO, un cuaderno de apuntes sobre una película que dirigiría el invierno que viene: "Como las películas se demoran tanto, desde que uno escribe el guión hasta que se termina yo sentí que necesitaba expresarme acerca del proceso de trabajo".

Ninguno de los blogs de Fuguet tiene habilitada la sección de comentarios —para muchos bloggers la esencia pura de un blog. ¿Por qué? "Tener todos los días un diluvio de críticas y comentarios es medio enfermizo, es como ir todos los días a la librería para ver si tu libro se vendió. Yo sé que a cierta gente mi nombre le repele y con eso ya me lo tengo que mamar. Pero de ir allí a recibir insultos gratuitos, no; ¿para qué?"

Figueras y Roncagliolo, que llevan más de un año posteando casi diariamente en el blog literario El Boomeran(g), difieren. Figueras que, como Fuguet, también esta preparando una película, dice: "Los escritores, en general, tienen cero contacto con su público real, o con su presunto público. No tienen la menor idea de cómo repercuten sus textos. En este contexto el blog aparece, para mí, como una oportunidad maravillosa para reconstruir puentes que habían sido dinamitados en los últimos años. Y te da la oportunidad de tomar contacto con la gente y con el lector que se perdió".

Desde su casa en Barcelona, Roncagliolo sostiene: "Con un blog, a diferencia de lo que ocurre con un libro, el producto final no es el texto que yo escribo sino el texto total que incluye los comentarios de los lectores, que van corrigiendo, precisando y discutiendo cosas que yo escribo. Y eso lo hace un género muy interesante. No es un género normal. No es una manera de escribir, sino que es una manera de dialogar".

Para ciertos bloggers, Roncagliolo y Figueras podrían ser considerados unos "tramposos". El Boomeran(g) es un emprendimiento de Alfaguara, y los dos cobran un sueldo por escribir allí. Varias veces, a causa de esto, fueron insultados con violencia en los comentarios. Roncagliolo, que incluso fue amenazado de muerte por criticar a Bob Dylan, reflexiona: "Creo que son gente más pacifica de lo que parece, no creo que realmente me vayan a matar. De todos modos, desde que he recibido esas amenazas he estado escuchando Blowing in the Wind todo los días rogando que me guste, pero no lo logro".

También podría argumentarse que El Boomeran(g) muestra una de las posibles vías de evolución del blog. Y es innegable que los posts de Roncagliolo y Figueras son abundantes, variados y ricos. Además, la experiencia de bloggear les ha vislumbrado a los dos autores nuevos posibles caminos de escritura. Figueras dice: "Me da la sensación de que todavía estamos en la fase de descubrimiento del juguete. Que por supuesto tiene potencialidades maravillosas de las cuales hemos empezado a utilizar solamente las más obvias, que son la posibilidad de cortar distancias y de producir encuentros inmediatos. Y tengo la sensación de que lo vamos a empezar a aprovechar más. Yo soy fanático de todo lo que es ficción por entregas, ya sea desde folletines hasta las series de televisión, y el blog se relaciona perfectamente con esto, por ejemplo". Por su parte, Roncagliolo ve la posibilidad de que el blog genere nuevas audiencias de lectores: "Puede ser un formato muy bueno para mover poesía, por ejemplo, porque el público esta muy disperso y las editoriales de poesía son escasas".

En febrero de 2007 Alfaguara editará dos libros: uno de Roncagliolo y otro de Figueras donde se recopilarán sus mejores posts. Una tendencia que este año, en la Argentina, se dio en los libros Monserrat (Mansalva), de Daniel Link y Buena Leche (Sudamericana), de Lola Copacabana. Por ahora, libros que podrían haber sido tomados de post o no. No hay grandes diferencias.


Titanes en el blog

Los blogs sobre/de literatura (en la Argentina y el mundo) se han conformado como un nuevo escenario donde se dan el intercambio de ideas y debates literarios. Otras veces también son fuentes anónimas que diseminan chismes y observaciones, críticas pertinentes e impiadosas de la escena literaria y sus actores. Las discusiones estéticas, políticas (o bien personales) no se dan tanto en el debate cara a cara sino en la pública intimidad del blog.

El ring side de las polémicas literarias en blogs todavía recuerda la crítica que Quintín escribió sobre la antología de cuentos La Joven Guardia (Norma, 2005) o la entrega del Premio Planeta a Federico Andahazi. Las tintas afiladas volvieron a escribir cuando en noviembre se realizó la mesa debate "¿Qué hay de nuevo, viejo?", en la que Damián Tabarovsky, Martín Kohan, Daniel Link, Fogwill y Sebastián Hernaiz reflexionaron sobre la "novedad" en la literatura argentina y, desde luego, cuando Washington Cucurto (quizás el escritor más querido y odiado de la escena) inauguró su blog (elcuranderodelamor.blogspot.com) como forma de márketing para acompañar la edición de su último libro El Curandero del Amor editado por Emecé. Todos estos affaires tienen un punto de contacto: en la mayoría, el objeto o difusor de la crítica pertenece a la Joven Guardia, una generación de escritores que ha visto al blog como su natural lugar de expresión, y que, luego de la crisis del 2001, se consolidó como su espacio. Los autores opinan en sus blogs y en blogs de otros, articulando las avenidas de lectura. De esta manera trazan las redes de comunidades hiperlinkeadas.

En el territorio virtual rigen la inmediatez, la accesibilidad y la posibilidad de que cada uno pueda defenderse, sin la implicancia de la dictadura del espacio de los medios masivos de comunicación. "Uno tiene tiempo a pensar antes de hablar (escribir, en este caso) —dice Link—, lo que otorga a lo dicho (escrito) un mayor efecto. Pero me fastidian las desinteligencias, las lecturas superficiales y los insultos, claro". Comentarios firmados, a veces con nombres de usuarios, otras veces con nombres/broma sobre el tema tratado (Beatriz "La Coca" Sarlo, en alusión a la escritora argentina, por ejemplo), se suceden junto a las firmas del "usuario anónimo", comentador compulsivo que bien podría ser (en la fantasía blogger) un único personaje, con una lógica de pensamiento, que suele criticar o insultar sobre cualquier tema. Se desarrolla así un territorio libre en donde cada uno tiene su máscara facial digital, donde el actor se protege detrás de una pantalla.

"El reto es la manera de leer y despertar más abierto", comenta Yépez por mail. En esta utopía (la de Internet) que se cae cada cinco minutos y cada cinco minutos renace con nuevas formas de intervención, al parecer revolucionarias, hay una verdad: una nueva generación lee y crea dentro del hipnótico brillo del monitor. Y los cambios están por venir.

La opinión de: Javier García Rodríguez

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En mayo de 2007 el profesor de la Universidad de Valladolid, Javier García Rodríguez, escribía en La nueva España el artículo "Los escritores están colgados" que más tarda serviría de apertura para el número 73 (enero-febrero de 2008) de la revista Clarín, aunque en esta ocasión con pequeñas variaciones (el nombre sería el de "Escritores y colgados") y acompañando además de un dossier preparado por él con un pequeño análisis de algunos blogs representativos.

Copiamos aquí el artículo de LNE, la opinión de Javier García:


"Los escritores están colgados"
Javier García Rodríguez

Para algunas cosas, los amigos son tan pertinaces como eran las sequías
en tiempos de Franco. Mi joven amiga Rut Sanz Montaña está empeñada en que yo me abra un blog (o me lo administre, o me lo compre, o me lo cuelgue, o como se diga), en que me haga un blog (como quien se hace una permanente, si yo pudiera) y en que me asome asiduamente al suyo y al de otras personas la mar de interesantes donde se dicen y se pegan (corta-pega, cuelga-descuelga) cosas sin duda muy profundas y muy artísticas y muy amistosas y muy participativas. «Para lo tuyo de la literatura», me dice, «sería un buen escaparate». «Hazte un blog, no seas antiguo», me increpa. Quiere que entre, como Alicia, en un mundo maravilloso, pero yo voy de Humpty Dumpty y me resisto a la sociedad líquida de Bauman. Un poco en plan de pose anticuaria y arqueológica, por hacerme el carcamal (también el Gargamel) y evitar más respuestas impertinentes acerca del aburrimiento, me defiendo como gato panza arriba afirmando mi incapacidad para la técnica y exponiendo muy objetivamente que no sé muy bien para qué sirven los blogs, las bitácoras, que me parecen diarios que no lo son (y eso que a mí me gustan los diarios, acabo de recibir hoy mismo el de Raúl Carlos Maícas: «La marea del tiempo», editado por Candaya), que juegan a la realidad pero son ficción, que son ficción pero muy mal escrita, que abren las puertas a la participación pero ponen filtros, que permiten el anonimato y sus máscaras (tanto en el creador como en los intervinientes, si es que se dice así) pero se empeñan en vender verdad e intimidades, que ensalzan la amistad cibernética pero dilatan el contacto personal, que terminan haciendo una especie de comunidades virtuales donde todo parece guiarse por la antítesis del principio establecido por el Señor Lobo de «Pulp Fiction»: lo de no vamos a empezar es aÉ, ya me entienden. Pero claro, como mi pose no convence, y como no tengo ni edad ni dignidad ni gobierno para actitudes tan talibanescas, me dispongo a investigar en eso de los blogs y llego a los últimos libros de Vicente Luis Mora («Internet, blogs y comunicación en un mundo nuevo») y de J. L. Orihuela («La revolución de los blogs»). Dice Mora que un blog es «un registro personal en línea, colgado en internet» y que estos internautas y náufragos, como los ha llamado Pérez Tapias, se convierten en «motivaciones e identidades abstractas». Y aprendo más cosas: que se crea un nuevo blog cada segundo, que según Technorati había en 2006 unos 27,2 millones, y que los porcentajes masculino/femenino eran 72% de hombres frente a 28% de mujeres.

Blogs de escritor

Si antes se hablaba del bloqueo del escritor, ahora debemos hablar del
«blogueo» del escritor. Si antes estaban bloqueados, ahora están «blogueados». Los blogs de escritor tienen una parte íntima y otra pública. Son, en muchos casos, escaparates, adelantos de obras, reflexiones, obras en marcha. En otras ocasiones sirven también para establecer relaciones, para trazar vínculos (reales y virtuales) con otros escritores, para pagar deudas, para devolver favores, para darse palmaditas, para dilucidar viejos rencores en odres nuevos. Las hay profesionales, asépticas y literarias. De actualidad y de reflexivo ensayismo. Se comunican con colegas y lectores: aprender la realidad de ser uno y ser distinto.

Entre nosotros

Jordi Doce tiene abierto «El blog de Jordi Doce», pero permanece parado desde febrero de 2007. En él aparecen apuntes, aforismos, reseñas propias y ajenas. David Suárez (Oviedo, 1975) tiene abierto su blog «Las tela de araña de mi trasero», en la que aparece en una foto
con casco de vikingo, unas inmensas gafas redondas de plástico negro sin cristales y una careta de cerdo. Suárez es una especie de poeta-artista del «performance» y recoge allí su manifiesto de un muy prometedor movimiento denominado «punkbizarrismo asturianista», además de noticias, reseñas de sus presentaciones y una especie de novela por entregas. Con mucho humor, y en asturiano, escribe Fruela Fernández su blog «L'estrañu casu del Dr. Fruela y Mr. Froy (Giochi intelligenti per bambini deficienti)», donde se dan cita comentarios, fotografías, curiosidades, montajes fotográficos, videos,
pegatinas, caricaturas, dando, por ejemplo, un poco de cañita -brava- a lo que él mismo llama «antiguamiguqueyanunsoipaconel», en una entrada llamada «Vergoña retroactiva»: «¡Pero lo que más m'esmolez: ¿qué-y vi yo, hai seis o siete años, a esti mundu de moralexes burgueses i arguyu mediocre que agora tanto me repuna?». Sofía Castañón tiene abierta su casa on-line en «Mundoiconoclasta»; cañera y videoadicta, con noticias frescas e ideas personales, si no sonara condescendiente diría que hay que seguir a esta escritora allá donde publique. El conocido novelista y peridista Tino Pertierra se muestra en la red como un «Naúfrago del diario». Su blog está alojado en la página web de LA NUEVA ESPAÑA y recoge artículos y relatos de los que habitualmente publica en este diario. Julio Rodríguez tiene un blog-ficción a nombre de «El Gran Pirelli». «Delincuente de toda la vida, venido a investigador privado, pasando sus días a la sombra. Una vez más», según se dice en el perfil. Jorge Ordaz es novelista y autor de relatos. Su bitácora se llama «Obiter dicta» y en ella aparecen notas, comentarios y reflexiones sobre la literatura. También deja citas, apuntes novelas leídas, poemas traducidos, etc. Tiene mucha continuidad (lo que no puede decirse de todas ellos). La de Miguel Barrero se llama «El Gatopardo»; en él aparecen algunos de los artículos que este escritor publica en la prensa, así como informaciones sobre su actividad literaria o de lecturas. En asturiano, Pablo Antonio Marín Estrada acaba de iniciar su aventura en la red con «Pozu din fondu». Martín López-Vega hace doblete. A su nombre, un blog parece recoger las reseñas de sus libros. Y con el nombre de «Yo ETC. Oro de vario tiempo y lugar» hay -no podía ser de otra manera- poemas traducidos de Brodsky, K. Mansfield, James Merrill, Rimbaud, Heaney o Cascais Monteiro. El colectivo «Hesperya», que publica la revista del mismo nombre tiene un blog colectivo alojado en Wordpress.com. David González tenía hasta hace poco tres blogs. El más curioso, y ya cerrado era «En busca y captura», donde documentaba las erratas que encontraba en los libros leídos. En «El amigo de lo adverso» incluye una historia crítica de su propia obra a través de los artículos que sobre él se han escrito. Y, por fin, en «Algo que declarar», está su vida, sus lecturas, sus actividades, su profesión de escritor, sus amigos. Algo curioso: los autores más conocidos por el público y con más ventas (Ignacio del Valle y Eugenia Rico, por ejemplo) tienen página personal pero no tienen blog.

Ley de transposición

Según Ricardo Galli, esta ley sobre bitácoras afirma que «Mientras más complejo es el tema, mayor es la posibilidad de que haya respuestas sin ningún tipo de análisis». La constante es que «la rigurosidad de los comentarios es inversamente proporcional a la complejidad del tema presentado». Y esto no solo en los blogs. También me pasa a mí. Debo de haberme quedado traspuesto.

Manuel Vilas

. miércoles, 16 de abril de 2008
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Autoreferencialidad, autobombo, spam, yo, ego, mí, para mí, conmigo...



Quien esté interesado en acercarse a la obra del escritor Manuel Vilas puede encontrarlo todo en su propio blog: Manuel Vilas.

Algunas de las entradas del blog personal de Vilas (sobre todo las últimas) pretenden mostrar al lector diversas opiniones que sus textos (libros publicados recientemente) han suscitado. MV rescata dichas impresiones, tanto de Internet como de revistas y periódicos, para que el lector que accede a su blog pueda conocerlas de primera mano, tal cual fueron publicadas.





Esta práctica puede ser entendida de dos maneras, ambas a tener en cuenta, sobre todo en un blog como este, cuya intención es ayudar al acercamiento de las nuevas literaturas: Podemos verlo como un intento de informar a su lector sobre las últimas noticias relativas a su obra, pero también puede verse como autobombo.

Por otra parte, también hay que decir que Manuel Vilas no sólo se dedica a colgar opiniones sobre sus publicaciones, también encontramos sus artículos y entrevistas, que podríamos agrupar bajo el lema "Vilas como escritor activo" y otro grupo de entradas más personales donde conocemos sus amistades, gustos musicales, literarios, páginas de Internet interesantes a su parecer y demás inquietudes que le rodean, no sólo como escritor, sino también como lector y como persona.

Agustín Fernández Mallo

. martes, 15 de abril de 2008
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Hacía mucho tiempo que un único autor con una única obra no daba tanto que hablar. El físico Agustín Fernández Mallo publicó en 2006 con la editorial Candaya la novela Nocilla Dream. Una novela fragmentaria, casi a modo de blog, en la que todos los textos están interconectados.

Nocilla dream, que puede soportar sin pesadumbre la etiqueta indie, es una de las apuestas narrativas más arriesgadas de los útimos años. Proliferan en ella las referencias al cine independiente norteamericano, a la historia del collage, al arte conceptual, a la arquitectura pragmática, a la evolución de los PCs y a la decadencia de la novela. Agustín Fernández Mallo se fija en los outsiders del siglo XXI y sobre todo en la misteriosa conexión entre algunas vidas alternativas y globalizadas que transitan por escenarios de Serie B: rubias de burdel que sueñan con que algún cliente las lleve hacia el Este, ácratas que habitan en extrañas micronaciones, ancianos chinos adictos al surf, un argentino que vive en un apartahotel de Las Vegas y construye un singular monumento a Jorge Luis Borges… Todos ellos atrapados en la metáfora conductora de los desiertos y en la belleza del vacío.



A raíz de su publicación la crítica se empeñó en usar la etiqueta de 'Generación Nocilla' para una serie de escritores actuales (etiqueta que ha sido rechazada por activa y por pasiva, véase como ejemplo la entrada ¿Generación? ¿Nocilla? de Diario de Lecturas)

En 2008 Mallo ha publicado con Alfaguara la segunda parte de la trilogía Nocilla, Nocilla Experience y si su anterior novela se nutría de todos los elementos posibles (Internet, ciencia, música, todo tipo de artes, etc.) ahora es Internet la que le sirve de promoción, la creación de un blog (en Alfaguara) llamado El hombre que salió de la tarta donde recoge crítica, poesía y autobombo, claro, de su novela.

Además, Mallo / Alfaguara usa la Web 2.0 para promocionarse, creando un canal en la plataforma Youtube y colgando vídeos como éste:

Canciones en Braille

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Canciones en Braille (CEB) es la obra de la poeta Mercedes Díaz Villarías, es un blog y un libro, es una creación conjunta de una serie de textos interconectados a través de la red, con multitud de autores y autoeditado sin mediación de una editorial (a través de Lulu).

En la nota de prensa de la salida en Lulu de CEB se comentó que:

Sin duda, un naciente formato en la era digital, que proporciona nuevas vía a una literatura que periódicamente se declara muerta. Canciones en Braille muestra una nueva forma de escribir fuera de la ética modernista, un tipo de obra colectiva libre y cuyo contenido fragmentado puede trasladarse hacia delante y atrás en el espacio y el tiempo, y cuyo resultado no está limitado por la idea de éxito o fracaso. En este sentido, Internet es un escenario totalmente diferente, en el que varios autores pueden trabajar y modificar una obra sobre la marcha, aplicando sobre ella nuevos parámetros que a su vez varían los contenidos en un hermoso fractal.


A día de hoy ya no es posible consultar CEB completo en la red, únicamente en su edición libro. Una pena.

Actualizado 16/04/2008: La propia Mercedes en los comentarios de esta entrada los motivos de que no esté completa la versión digital:

"Tienes disponibles las cuatro o cinco primeras CEB en cancionesenbraille.blogspot.com. El resto están ocultas porque ha habido numerosas correcciones y modificaciones (de texto, de foto y de canciones), con lo cual ambas versiones serían incoherentes entre sí."


Y como regalo, aquí transcribo la primera entrada de Canciones en Braille (la CEB 1: Aftersun):





es extraño que no recordáramos las mismas cosas. los mismos desfiles, los mismos parques. estaban las las oseras vacías y las patinadoras. las barcas. a mí en el fondo me gustaba quemarme. no era por la crema, ¿sabes?, ni por el olor como yo te decía. era un pequeño amor infantil por la autolesión, la piel enrojecida. aquella tarde que pasamos haciendo fotos en la puerta de la calle, agachados y colocando los objetos que nos gustaban de cierta manera frente al objetivo. los peatones pasaban y nos miraban un momento. eso me gustaba. me gustabas tú porque no usabas todos esos ridículos términos cuando hablabas de los libros, ni hacías anacrónicas listas para salvar el arte, ni tampoco te dabas importancia. pagabas la merienda y me aconsejabas no tomar demasiado café. yo sabía que aunque tu vida estuviera llena de cosas (cócteles con actores coreanos o los tejados de berlín) no te preocupaba lo más mínimo. era por eso que me gustaba discutir contigo. está bien. lo reconozco: no era la crema.

Diario de Lecturas

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Nota: Esta entrada tal vez debería llamarse 'Vicente Luis Mora', pero a estas alturas creo que decir 'Diario de Lecturas' es mucho más claro.



El blog Diario de Lecturas del crítico-narrador-poeta Vicente Luis Mora se ha convertido en los últimos años en el blog literario más influyente e importante de la red. Sus anotaciones y reflexiones a

Cuando Diario de Lecturas alcanzó un año de edad (en bitacoras y no en blogspot, tal y como está el dominio en la actualidad) Mora escribió la conocida entrada de su blog "Reflexión y propuesta sobre la crítica que queremos" (que tiene más de 120 comentarios, de gente como Agustín Fernández Mallo, Pablo García Casado, Jorge Carrión, Jorge Riechmann, Enrique Falcón, entre otros), un claro ejemplo de cómo la Red puede ser el lugar ideal para hablar de tú a tú y debatir sin pelos en la lengua lo que el lector y el escritor busca y pide a la literatura.

En una entrevista en Poesía Digital Mora comentó al respecto:

En tu blog (Diario de Lecturas) hiciste hace unos meses una encuesta entre los lectores -muchos grandes críticos y buenos poetas- sobre qué debe ser la crítica, sobre cómo debe criticarse. ¿Qué conclusiones pudiste extraer de la encuesta?


Pues son muy interesantes, y las recopilé en uno de los comentarios a la entrada "Reflexiones sobre la crítica que queremos", en mi blog. Estas son, sintetizadas: 1. Lectura completa, no lineal, comprensiva y sistemática del libro. 2. Información previa sobre asuntos literarios, conocimiento de otras tradiciones, y estudio complementario sobre el autor cuya obra puntualmente se analiza. 3. La crítica será capaz de ver el libro reseñado como un todo, y extraer contradicciones, consecuencias no sospechadas y correspondencias de la obra analizada. 4. Tiempo: la tarea crítica necesitará un tiempo de reflexión, que dependerá del crítico y de la situación personal del crítico. 5. Oposición a un panorama literario regido por el mercado como único criterio válido o criterio más importante. 6. Apasionamiento que no descuide el valor de la crítica como obra de arte, en cuanto ejercicio escrito de pensamiento articulado. 7. Valoración: el crítico debe valorar, ineludiblemente, el interés de la obra analizada, evitando juicios puramente descriptivos. 8. La crítica no debe constituirse con criterios antidemocráticos: evitará su constitución en poder de facto permitiendo la posibilidad de que el autor analizado o los lectores tengan la posibilidad de contestar al análisis y criticar al crítico. 9. Toda crítica tiene una irreductible parte subjetiva (el gusto personal), que debe ser la menor de la reseña y estar objetiva y lógicamente articulada en el análisis general. 10. Para que la crítica que no ocupa el "centro" de influencia no repita, periféricamente, los errores de la crítica institucional, mediática u oficialista, no deberá repetir sus estructuras ni su tentación de convertirse ella misma en poder antidemocrático.


No obstante hay muchas otras entradas que merecen la pena, la actividad es constante y frenética, desde el espacio dedicado a los videojuegos, o a las últimas novedades editoriales como la antología Mutantes.

Rafael Reig

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Pues aquí pondré lo que se me vaya ocurriendo. Poca cosa, en general. Lo primero que se me pase por la cabeza. Lo que lea por ahí y lo que me cuenten en la barra de los bares o los amigos. Y si alguien quiere poner algo también, estupendo: no censuraré ningún comentario.

Esas palabras pertenecen al subtítulo del blog de Rafael Reig y eso es exactamente lo que vamos a encontrar en su blog. Sus anotaciones, hablen de lo que hablen, están cargadas de literatura. Igual hace crítica del último libro que está leyendo, como cuenta un día en familia. Siempre con ese halo artístico tan particular que rodea a cada objeto, situación o hecho que se le ocurre comentar, por insignificante que parezca (por ejemplo viejas fotos de unos amigos). Rafael no lo describe sin más, sino que va un paso más allá creando mediante la palabra, una historia paralela cargada de reflexiones.

Reig es un gran admirador de Jorge Barón Biza y afirma seguir a pies juntillas su decálogo de la mala crítica literaria:

1. De un libro sólo se habla para explicarle al autor cómo debiera haberlo escrito. Privilegiar siempre lo negativo.
2. La crítica es el espacio ideal para ajustar cuentas con ese otro crítico al que invitaron al congreso en Acapulco en vez de invitarme a mí. Los escritores son piezas de ajedrez en ese juego. Los escritores de mi rival son una porquería; los míos, unos genios. Cualquier encono o teoría literaria o política sirve para dividir la literatura argentina.
3. No informar nunca al lector. Aburrirlo siempre. No analizar nada.
4. Los cheques se leen, los libros se hojean. No caer en el error de creer que un libro puede portar ideas y expresar tendencias. No descubrirlas, no sintetizarlas, no comunicarlas.
5. Publicar recensiones incomprensiblemente memorables. Si alguien se acuerda del libro que quiero reseñar, es problema de él. Yo me acuerdo de Susana Giménez gritando ?shock?; la marca de jabón qué me importa. (Y lavarme, menos.)
6. Dejar siempre en el tintero estupideces como a qué género pertenece el libro, qué calidad tiene, a qué público se dirige, y si es o no aburrido.
7. No hacer crítica si se pueden hacer entrevistas, pastillitas con chimentos, contar cuál es el vicio del escritor o publicar alguna foto.
8. No olvidar que siempre el chiste triunfa sobre la verdad, que todo puede ser dicho con conventillera malignidad.
9. La imparcialidad es la mejor excusa para no decir nada. La neutralidad será el disfraz de tu nulidad.
10. Aceptar todas las invitaciones de las grandes editoriales porque este rebusque de crítico me sirve sólo hasta que publique mi libro. Entonces, van a ver esos escritores pelandrunes lo que es literatura en serio.


Además de ser un escritor con blog, lo que permite al lector acercarse a su persona y a su obra, a lo largo de 1999 publicó una novela por entregas llamada Razón de más en el portal Ya.com